28 de septiembre de 2016

Conqué de chocolate sabroso, (Ponqué con lo que haya)

Cuando no ha casi nada en la nevera, de repente metes un hit. Así pasó hoy con una nueva variante de la receta “super requeté” probada de chocolate. Sin leche, ni harina, pero esta vez con un poco de aceite y un poco de azúcar, fue que resolví.

Cuando es un postre rápido, se usa la licuadora. 
Siempre y en este orden se coloca: primero dos huevos, y luego, (que me quedaban cinco cucharadas) el azúcar. Sobre el azúcar se coloca el aceite que tengas; yo tenía media taza. Como no había leche le coloqué tres cucharadas de harina de arroz con cinco cucharadas de maicena para espesar., junto con cinco o seis cucharadas grandes de polvo de bebida achocolatada; cualquiera sirve. Yo digo que siempre es mejor el cacao en polvo; pero en este trance uno usa lo que sea. Como no tenía harina de trigo, le agregué tres paqueticos de galletas tipo “María” trituradas, que son de harina de trigo.

Encima como para hacer la leche de arroz, le puse una taza de agua fría, con el polvo de hornear como una cucharadita y una pizca de sal. Se licua bien y va por media hora al horno en un molde enharinado. (Se debe decir enmaiceneado). Recuerden que cuando huelen a torta, le falta 10 minutos para estar lista.

Les muestro la foto de mis comensales en el almuerzo, disculpen que no fue 10 minutos antes.

Resumen:
·         2 huevos
·         Media taza de azúcar. Si no tengo le pongo refresco de colita
·         Media taza de aceite, si no tengo le pongo margarina. Si tampoco, a veces le pongo queso amarillo que es grasoso. Hasta mayonesa he usado en vez de huevios y aceite y no le aporta sabor a una torta
·         3 paquetes de galletas dulces tipo “María” en vez de harina
·         1 taza de agua con tres cucharadas de harina de arroz. Si tengo leche la uso
·         5 cucharadas de polvo de bebida achocolatada. Mejor si consigues cacao en polvo
·         5 cucharadas de maicena
·         1 cucharadita de polvo de hornear

·         Pizca de sal

Me cuentan si le cambian cosas. Recuerda que la receta solo sirve para tener una idea de lo que lleva; después, el que cocina es el corazón. Por eso, cocinar de pie y para alguien, sea sin dudas, un acto de amor.

No hay comentarios: