6 de mayo de 2017

A falta de trigo buena es yuca

Hace un tiempo leí que los chefs en Europa dicen que pueden preparar un huevo de mil formas distintas. Parece ser que por estos lados, pudiéramos decir los mismo con el "casabe" que es una torta o galleta crujiente realizada a partir de la yuca, una planta que es oriunda de América.

En mi país desde hace muchas semanas no hay harina de trigo. Nada, no hay. Imaginen en sus países, que un día amanecen sin pan, sin galletas, sin tortas, sin algo que se prepare a partir del trigo. Así estamos nosotros. En esta incoherencia-país, donde tampoco se consigue harina de maíz,  hemos tenido que volvernos un poco mas creativos y comenzar a trasgredir las recetas originales y empezar a buscar sustitutos. De eso se trata este blog; del uso de la creatividad y la originalidad en la búsqueda de opciones que nos permitan avanzar, sobre a todos a aquellos que vemos el acto de cocinar a otros, como un acto de amor, ya sea para fortalecer una característica personal o para producir emociones positivas. El amor sin dudas, es una fortaleza, además de una emoción.

Cuando aún estudiaba, tuvimos que hacer un trabajo en equipo en un pueblo de otro estado. Allí conocimos a unos oriundos que nos brindaron casabe (torta de yuca), untada con mantequilla y ajo pero re horneadas en las brazas. A los que conocemos este producto, sabemos que adquiere otra dimensión, sabor y hasta olor, que casi no tiene. A partir de allí, siempre horneamos un poco mas las tortas de casabe para que queden crujientes y sabrosas. Hoy, tenía un huevo, un poco de leche, sal, jamón y queso y se me ocurrió hacer, en la ausencia total de pan y maíz, una tortilla francesa pero con casabe.

Ingredientes:
Casabe en torta en cantidades que necesite picadas en porciones de 10 cm. Pique solo las que necesite para un huevo.
Aceite, poco
1 huevo
sal o azúcar
chorrito de leche
relleno al gusto

Forma:
Se bate el huevo y la leche, se le agrega la sal o azúcar dependiendo del relleno que vaya a usar. Se pasan las tortas por huevo y se colocan en una plancha o sarten engrasado. Cuando se cocina por un lado lo volteamos hasta que se ponga dorado. El casabe con la leche y el huevo se vuelve como una panqueca en consistencia, por lo que pasa de galleta crujiente a torta moldeable. Es mejor comerla caliente. Le puede colocar encima lo que quieran, si es salada, jamón y queso como yo hice y la enrollé como un taco, o dulce si le agrega mermelada. Es una magnífica opción al pan. Si le agregan sirope de frutas debe ser magnífica también.

De seguro voy a seguir explorando opciones con esta receta base y se las estaré contando.

Alberto

Si no conoce que es el casabe puede verlo acá:
https://es.wikipedia.org/wiki/Casabe_de_yuca  

2 de mayo de 2017

Ponqué de cambur y chocolate

Cocinar con chocolate en polvo tiene sus ventajas; primero el olor que nos llega y nos hace como levitar, y luego los beneficios que ofrece, como promotor de oxitocinas y endorfinas y otros activadores del bienestar. También lo es el cambur. Una fruta dulce, suave, olorosa, práctica.

En mi país, no hay harina de trigo desde hace varios meses, de hecho no se consigue pan de trigo en las panaderías, casi no hay tortas ni dulces, ni nada que tenga que ver con la harina. Si conseguimos fécula de maíz o maizena y hojuelas de avena. Con ambas cosas he logrado una receta que asemeja bastante bien a las harinas de trigo, pero se requiere el resto, como son huevos, azúcar (no mucha), y aceite.

Esta recetica es como para una tortica de diez raciones regulares, pequeñas. Queda esponjosa, dulce, doradita, y gustosa. Vale la pena hacerla no solo porque no hay harina, sino porque queda buena.

Ingredientes a ser colocados en ese orden en la licuadora.
3 huevos enteros
1/2 taza de azucar
2 cambures maduros, esta vez sin la cáscara
3/4 taza de aceite
1/2 taza de leche
5 cucharadas de chocolate en polvo
2 cucharadas de crema de arroz
1 taza de avena de hojuelas
3/4 taza de maizena o fécuña de maiz
1/2 cucharadita de vainilla o esencia de almendras
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato de soda
una pizca de sal
una pizca de nuez moscada (como un tercio de cucharadita)

A veces, inventando, uno obtiene magia en las proporciones. Esta receta sin dudas, tuvo magia. La preparación es fácil: le das vuelta al botón y licúas. Luego va a uno o dos moldes enharinados y engrasados por una hora, a 380 grados. Al menos en mi hornito de prueba es así. Habría que ver cuando se cocina en horno grande. Igual como dice mi tía Maruja, al oler, esperas diez o veinte minutos y pinchas la torta con un tenedor a ver si sale seco, y está lista.

Los dulces, al parecer, alcanzan la magia cuando las proporciones se acercan a lo perfecto entre ellas. Cada cosa en su justa cantidad, logrando como dicen ahora, "la armonía". Ya dijimos además en el otro escrito, que "el 60% del sabor viene de la sensación del olor". El chocolate, el cambur, la vainilla, la avena y la nuez moscada, son protagonistas. Lo bueno de los mejores postres es que la gente pueda descubrir que ingredientes lleva o tiene. Me encanta, desde las emociones positivas, esta indagación que el comensal realiza cuando la prueba y pregunta, ... "tiene cambur?... tiene canela?..." Además pienso, que siendo el "interés y la curiosidad" unas emociones positivas, estaríamos aportando un poco de bienestar emocional a quién prueba la torta.

Alberto