28 de marzo de 2017

Aloe Vera Cake

Resulta que en la búsqueda de olores y sabores de la infancia que me conecten con mis raíces, recordé un brebaje que hiciera mi madre para las gripes. Ella preparaba una bebida en base a la sábila (aloe vera), con leche y miel. Era un sabor y un olor muy fuertes que convivían juntos y aunque me lo daban en la enfermedad, lo recuerdo como un medio para sentirme mejor.

La sábila es amarga porque es rica en yodo, una sustancia amarillenta intensa casi fosforescente. Es una planta que parece agresiva pues su hoja es, además de carnosa, afilada y con espinas en sus bordes. Sin embargo es muy generosa pues es muy sencillo desprender una hoja de su tallo. Para extraer el líquido amarillo, se cortan ambas puntas de la hoja y se coloca vertical en una jarra de agua fria durante al menos 12 horas. Al término el agua se habrá coloreado y dejado limpio el cristal interno. Se desprenden cuidadosamente los bordes con un cuchillo afilado donde están las espinas y cuando estamos seguros que no hay ninguna, la cortamos en trozos y retiramos con mucho cuidado el contenido baboso interno.

Mi madre licuaba estos cristales en leche y lo hervía. Cuando se rebosaba dos o tres  veces entre retirar y colocar en el fuego, lo apagaba y le agregaba miel de abejas para endulzar lo amargo del vegetal. Para la torta es similar. En vez de beberlo, y al reposar, le agregué a 150 gr de sábila (una penca, hoja) ya licuado en leche y miel (dos cucharadas), una taza de harina, dos huevos, una cucharadita de polvo de hornear, media taza de papelón, (azúcar morena sirve), y una cucharadita de vainilla. También, había reservado unos cuantos cristales crudos picados en cuadritos que le agregue a la mezcla antes de hornear. También le agregue media taza de hojuelas de avena y media taza de aceite.
Se hornea como un ponquecito. Es oloroso, suave, cremoso. Al salir del horno le agregue arriba dos cucharaditas de miel y deje que se mezclara con la cubierta. El resultado tiene un tenue, muy tenue sabor a la aloe vera. Quizá debería probar con dos pencas. Sin embargo le coloco la receta, pues es una excelente forma de consumir este vegetal cargado de nutrientes. No hay mucha información en internet, quizá hay algo en Ecuador.

Tiene mucho trabajo. El producto se parece a un ponqué salvo que nos debe hacer mucho bien por las cualidades del aloe vera. Da como para cuatro recipentes o moldecitos pequeños de cuatro raciones cada uno. Es decir 16 raciones.

Salud.

Nota: Wikipedia hace mención de las cualidades de esta planta, sin embargo dice que en exceso puede ser tóxica. Vale la pena seguir leyendo.
Fuente 
https://es.wikipedia.org/wiki/Aloe_vera 

12 de marzo de 2017

Cocadilla

 Antes conseguíamos azúcar; éramos productores. Ahora, ni para el consumo interno; no hay, nada, no se consigue. La ausencia de azúcar nos limita la creación de cremas, como la catalana o la de rellenos. En vez, hemos buscado alternativas que endulcen, y la mas cercana es la estevia. La estevia es una planta que tiene origen sur americano, (Guaraní),  y se ha extendido por el mundo. Se consigue refinada o como para hacer infusión, que es la que utilicé. 

Resulta también que me regalaron un coco, lo rayé e hice la receta que describo. Lo sencillo nada tiene que ver con el resultado, que es uno de los mas armónicos que he desarrollado. La palabra Cocadilla ya existe en el Ecuador, el producto se le parece.

Porciones: al final da como para 6 raciones pequeñas

Ingredientes:
1 taza de coco rayado
1 huevo
1/2 cucharadita de esencia de almendras
2 cucharadas de harina de arroz
1 cucharadita de ron venezolano
1 taza de leche
1/2 taza de infusión de Stevia enfriada y filtrada, con un puñito de hojas secas. (Se pudiera hacer en la leche de una vez)
4 cucharadas grandes de maicena o fécula de maíz 
pizca de sal

Método:

Con la infusión fría, todo se coloca en la licuadora, reservando un poco de coco rayado entero. La mezcla del coco y la almendra es mágica, se aumentan sus sabores; el ron termina el toque maravilloso. A mi, al menos me ha gustado, espero que lo aprovechen.

Luego de licuado todo,  se coloca  a fuego medio hasta que espese y luego se le agrega la parte del coco que no se licuó, como para que haya algo que masticar. Se sirve como helado, bien frío, pero no de heladera.

Esta receta produce emociones positivas en las personas; al menos me pasó cuando la compartí. Interpreto que tantos aromas y sabores, estimulan el olfato y al paladar en casi en todos sus sectores gustativos, incluyendo la parte de sal que lleva. El resultado sin dudas, conecta, relaja y comunica.

Nota: si en tu país hay azúcar, hazlo con eso

Imagen: tomadas de Wikipedia.
Recomiendo indagar mas sobre las propiedades de la estevia y del origen de coco, que puede viajar por mar como barco de asia a américa o al revés.

https://es.wikipedia.org/wiki/Coco 
https://es.wikipedia.org/wiki/Estevia_(edulcorante) 

28 de febrero de 2017

Pasticho-ko(R) es como un pasticho pero de chocolate. Se recrea desde el mismo proceso de armar un pasticho de carne, con las capas de salsas blancas y de carnes. Pasticho-ko es una suerte de uniones entre los chocolates untados de los que hemos hablado, juntos a las Marquesas de chocolate con galletas crujientes. Esta vez simulando a la pasta con suaves rebanadas de pan de mantequilla.

La historia comienza como siempre, compartiendo el almuerzo con mis compañeros de trabajo. El gerente de finanzas se encuentra haciendo un diplomado para certificarse de "sommelier", una suerte de especialista que sabe hacer que las cosas sucedan antes, durante y después de las comidas. En la conversación, yo nombré que esa profesión sabia de "maridajes".

-Esa palabra ya no se usa. Ahora decimos "armonizar", aclaró.

Y resulta que armonizar según los diccionarios, quiere decir:


"verbo intransitivo
  1. 1.
    Estar en armonía [una cosa] con otra u otras, o [varias entre sí].
  2. 2.
    verbo transitivo

    Crear armonía o correspondencia entre varias cosas.
     (Tomado de Google, 2017)

Armonizar en la comida, es crear correspondencia que tengan que ver unas con otras y no necesariamente como se pensaba antes, que "una cosa estaba casada con otra". Ahora es mas libre y espontáneo. (Aunque siempre termina por volverse dogmático).

En la armonía entonces, conversamos también de las catas de chocolate venezolano que se encuentra organizando mi amiga Arcángela Arnone, y de como se resaltan mutuamente los sabores en el chocolate con ingredientes como la sal, el ají dulce venezolano, el merei, la piña, y muchos otros sabores. Se trata de armonizar.

Y en armonía y en el uso de las fortalezas de carácter de quién crea (Seligman), en la creatividad y la curiosidad es que se inventan las cosas. Esta vez en la semejanza del pasticho salado con el pasticho de chocolate.(PASTICHO-KO)(R)

Raciones resultantes: 20 raciones pequeñas.

Las capas
He utilizado pan de mantequilla que en la escasez que vivimos, a veces se consigue. Es dulce suave, cremoso y apisonado con un rodillo se convierte de una fina capa de masa. Al ser amasada se le quita la corteza del pan con un cuchillo. Si quieren pueden tostar ligeramente las lajas de pan. He utilizado casi un paquete completo.

El relleno
Para dos tazas de agua en la licuadora he colocado 7 cucharadas de leche en polvo y he reservado como un cuarto de taza para otro uso. Al resto, le he colocado dos cucharaditas de vainilla, una pizca de sal y cinco cucharadas de maicena. Se licua bien y se lleva a fuego bajo.

La salsa blanca:
la primera salsa es a partir de la leche y la vainilla que sigue la forma que lleva la crema catalana. Primero se mezcla bien la tres yemas de huevo con media taza de azúcar hasta que se ponga blanca. Luego colocamos adentro, la mezcla caliente de la leche y se revuelve. Al homogeneizar se regresa al fuego y se revuelve hasta que espese, por la acción del azúcar y la maicena. Al espesar se separa en dos partes.

La salsa oscura.
A la otra mitad, se le agregan 200 gramos de chocolate 70%  amargo hasta que se disuelva y homogeneice.Se vuelve una crema espesa, untuosa, y brillante

La salsa de cierre en el topping
Ya he escrito sobre esto. Se trata de una crema formada con crema de leche, almendras o nueces molidas, cacao en polvo, pizca de sal y azúcar. Ya lo he explicado en,
https://cocinardepie.blogspot.com/2017/02/la-mejor-crema-para-untar.html 

Remate:
Reservo una parte de la nuez ya molida y además, una parte de chocolate rallado con el cuchillo que forma como pequeñas virutas onduladas. Al final, como remate, se espolvorea una parte de nueces y una de chocolate amargo puro.

Armado:
Se coloca en el fondo, la primera capa de crema espesa blanca que habíamos reservado. Luego se coloca una capa de pan de mantequilla sin concha. Para mantener la frescura y la consistencia, había preparado con la leche reservada y vainilla un atomizado para humedecer cada capa. La segunda en de chocolate. La tercera es blanca y así como por cuatro o cinco capas. La ultima, se unta con la crema de leche con cacao venezolano. Al final, se coloca la nuez y el chocolate raspado.

La armonía es parte del todo. En la costumbre, se armoniza mucho antes del hecho de cocinar. Guardando las distancias, por supuesto, ahora comprendo como algunos músicos maestros pudieron componer aun siendo sordos. Sabían como sonaba. Así los que cocinamos, podemos saber a que sabe. Esta vez escribí la receta antes de hacerla, y un poco para activar las fortalezas de la curiosidad y la creatividad. Como dicen los libros de calidad: "Escribe lo que haces, luego haz lo que escribiste"

Hasta ahora, podemos decir que en el desarrollo de la fortaleza de "Amar y ser amado", es que se desarrollen también y al menos, las fortalezas de la creatividad, la curiosidad, la humildad, el entusiasmo y la perseverancia. Nada mal para una disciplina que activa 6 fortalezas de 24.

Alberto

PD: Pasticho-ko no existe en Google, entonces como quién llega a nuevas tierras, la reclamo en mi nombre.

14 de febrero de 2017

La mejor crema para untar

Las cremas que no llegan a quesillos, natillas o tortas, pueden servir para ser untadas. Tal es el caso de la maravillosa mezcla entre las nueces, el cacao, el chocolate, el azucar, y el queso crema.

La he usado para colocarse entre dos  galletas y hacer sandwiches, sobre pos ponquecitos, en la marquesa , o solo.

Ingredientes:


  • Un pote de 250 gr de queso crema, preferible sin sal (Si no hay, he usado crema de leche pero no es lo mismo)
  • 3 cucharadas de cacao en polvo
  • 2 cucharadas de chocolate en polvo
  • 5 cucharadas de azúcar impalpable
  • 1 taza de nueces pulverizadas en licuadora
  • 1 cuchraradita de esencia de almendras o de vainilla
  • una cucharadita de leche
  • pizca de sal
  • opcional: cambiar el queso crema por leche condensada o por arequipe


Se mezcla bien el queso crema con el azúcar, la vainilla, el cacao y el chocolate en polvo. Luego se agrega una cucharadita de leche completa y por último las nueces molidas. Se revuelve bien hasta hacer una masa espesa, compacta y todos los materiales se hayan mezclado bien.

Secreto: Si tostamos muy ligeramente las almendras antes de licuar, activamos los aceites internos y se espesa mejor. No conozco la química del proceso, es solo ensayo y error

Desde las emociones positivas de la Psicología Positiva pienso se activan muchas emociones positivas, sobre todo si se hacen con los niños. Se activan fortalezas de carácter como el interés, la curiosidad, el amar, y todo los que se hace en grupos.

Espero la disfruten,

Alberto

4 de febrero de 2017

Marquesa pa´100

Si existe una frase que tiene sentido para mi, es,

"¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?"

Ayer traté de conseguir el origen de la frase pero no me ha sido posible por lo que digo por ahora, que lo escribe, "Anónimo".
Y ayer fue que hice algo por primera vez y es preparar un postre para 100 personas. Resulta que la empresa cumplió 24 años y decidimos cantarle el cumpleaños que se merece. Mi sobrina hizo una maravillosa torta de ponqué de 6 kilos con pastillaje que recordaba la arquitectura de la fábrica, y yo, hice el otro postre. Tenía en la alacena dos piezas de pyrex de 40 cm x 30 que llegué a calcular podrían repartir 50 raciones cada una. Claro, las raciones dependen de como queda o del hambre que tenga  la gente.

Si la cocina como hemos planteado, es un acto de amor y cocinar es amar, entonces preparar un postre para compartir con todos sea un acto deliberado de amor a otros. Así se interpreta en el supuesto del que lo prueba, pueda ser partícipe de esta emoción. Además, está el reto de la cantidad, de lo desconocido, pero acompañado de las emociones positivas que dejan en sí mismos, los retos positivos.

La Marquesa de Chocolate es un postre criollo que lleva chocolate disuelto. Se hace con galletas compradas y en su mejor versión, se hace con mantequilla, polvo de chocolate, azúcar impalpable y un poco de leche. Sin embargo, en este espacio hemos publicado recetas que nos ha permitido la situación en la que vivimos y sus circunstancias, tratando de crear, imaginar y de no pararse por tales circunstancias. Es así como frente a dos envases vacíos y limpios, haya tenido que decidir que hacer y en el espíritu del maravilloso postre de la Marquesa de chocolate criolla. Como al final, y como siempre, no sigo mucho la receta original, es que debo en respeto a ella, cambiarle el nombre por:

Duquesa de chocolate.
La Duquesa de chocolate es la unión de las remembranzas de tres postres que me gustan; el primero, la propia marquesa, luego el maravilloso Tiramisú italiano y la maravillosa Crema Catalana.

Voy a tratar de describir entonces lo que hice en las cantidades que me permitieron llenar las dos piezas de vidrio.

Voy a dividir la receta en tres partes y cada parte representa a su vez, una parte de las recetas preferidas, el tiramisú, la marquesa y la crema catalana.

Lo primero que hice fue comprar dos paquetes de galletas tipo "Marìa" que son una galletas redondas como de 7 cms de diámetro y repartirlas en el molde. Estimé que iba a necesitar 5 paquetes de 9 paqueticos cada uno, que tiene 4 galletas. 5 x 9 x 4= 180 galletas. ya con esto fui al mercado a comprar el resto. Decidí que no la iba a hacer con mantequilla, pero si con leche, y que casi no llevara ninguna grasa.

Primera capa
La primera capa que recuerda a algo del tiramisù son las galletas colocadas una al lado de la otra remojadas en cafè con azúcar y una cucharada de licor. Yo usé ron venezolano. Sobre la galleta se coloca chocolate en polvo cernido hasta que se moje. Luego se coloca la crema.

La crema de las capas sucesivas
Para tal magnitud insospechada de trabajo y materiales, medio calculé que iba a necesitar media taza de la licuadora; al final tuve que repetir. Así que se necesita la licuadora llena que es un poco mas de 1 litro de agua. Se le agregan las cucharadas de leche en polvo que permitan tener una leche cremosa y gustosa. Usé como 10 cucharadas grandes. Agregué como en la crema catalana tres yemas de huevo,con una taza de azúcar y 8 cucharadas de chocolate en polvo. Luego dos cucharaditas de vainilla y siete cucharadas de maicena para espesar. Se licua y coloca en una olla a fuego medio. Cuando calentó le agregué una tableta de chocolate negro Carenero 70% cacao y se disolvió. Al tiempo, se espesa y se reserva, siendo lo que alterno entre capa y capa de galletas. En este caso antes de la primera capa de galletas coloqué un poco de esta crema en el fondo, antes de las galletas con café.

Segunda y sucesivas capas.
Las siguientes capas de galletas se remojan en leche, también espesa y ligeramente dulce, con vainilla y una  pizca de sal. Coloqué como 5 capas sucesivas de galletas. La última capa de pasta de chocolate lleva una ligera variante.

Última capa de cobertura.
En la olla he dejado suficiente como para tapar la última capa de galletas. Aparte he preparado algo parecido al remate de la marquesa, pero que recuerda a la pasta maravillosa de avellanas, pero acá no se consiguen y he visto que con nueces también funciona. Coloco dos tazas limpias de nueces, una taza de azúcar impalpable, cuatro cucharadas de margarina, dos cucharadas de leche, un pote de queso crema, y una pizca de sal. Esta masa cremosa y perfecta, la mezclo con lo que dejé antes en la olla, y con ello cubro la última capa de galletas. Sobre esta masa deliciosa he espolvoreado lo que me quedaba de chocolate en polvo (sirve también usar además las bebidas achocolatadas) y por último, una capa espolvoreada de azúcar impalpable. El chocolate se moja con la humedad de la crema y deja rasgos de colores marrones, azules y violetas. (mas o menos me creen porque soy daltónico. No vaya a ser que no sea verdad).

Como sigue caliente, se deja reposar y luego se cubre con papel de aluminio y se coloca en el refrigerador o heladera, no en el congelador. Se come al día siguiente.

Este es un plato especial para hacerlo con nuestra pareja y con nuestros hijos; aquellos que seguro les gusta limpiar los utensilios de cocina y ollas bañados de crema, nueces y café.

Les he narrado mi aventura, no espero que hagan tal cantidad, pero con la idea pueden hacer porciones mas pequeñas. La verdad es que compré 100 platos de plástico y 100 cucharitas y no quedó ninguno, por lo que estimo, comimos 100. Cien corazones felices, cien sonrisas, cien canciones, cien abrazos. Eso es la maravilla de compartir, de decir "me importas", "¿te sirvo?", "te quiero"

Además, hacer algo por primera vez, nos hace avanzar, perder los miedos y combatir las sombras.

Ingredientes para 100 porciones


  • 1 litro de leche o de agua con 10 cucharadas de leche
  • 2 cucharaditas de Vainilla y una en la crema final
  • Azúcar, una taza en la crema
  • Azúcar impalpable, 3/4 taza con las nueces
  • Maicena. De 7 a 10 cucharadas, suficiente para que espese tipo natilla, pues la galleta le quita humedad.Por eso se mojan las galletas también.
  • café. Suficiente para mojar la primera capa de galletas
  • Pizca de sal
  • 5 paquetes de 9 paqueticos c/u, de galletas tipo "María"
  • 2 tazas de nueces
  • Cuarto de kilo de chocolate en polvo
  • 1 pote de bebida achocolatada tipo Toddy
  • Una barra de chocolate oscuro 70% cacao
  • 3 huevos, primero las yemas con el azúcar y en la mezcla las claras también
  • Media taza de margarina
  • Una taza de queso crema

A la gente le gustó y me pidieron que publicara esta receta. Y la publico pues...






23 de enero de 2017

Pasta de terciopelo rojo

Mi amiga Estela solía agasajarnos en navidad con una estupenda comida. La última vez que recuerdo nos hizo una cena fue como la que vimos en la película “El festín de Babette”, que narra la vida de una mujer que escapa de la represión social en Francia  y llega a una aldea casi desolada en Dinamarca. Al  ganar la lotería y siendo pobre, decide gastarlo en preparar una cena magnífica. Ella era chef en Francia. Así eran las cenas de Estela.  Esa vez abrió la cena con una sopa de remolacha. Era absolutamente roja, muy espesa, tenía leche, pero sin embargo era dulce. Por eso es que la remolacha sea una hortaliza desde donde se saca también,  el azúcar de cocinar. https://es.wikipedia.org/wiki/El_fest%C3%ADn_de_Babette (Esta película es casi obligada para los que nos gusta cocinar, al igual que “Como agua para chocolate”)

Resulta que el plato es típico de Rusia, Ucrania y Rumania y se llama: Borsch. Si quieren saber como se prepara, pueden ir a Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Borsch .
Con esta sopa me enamoré de la remolacha como tubérculo e ingrediente de cocina. Pues resulta que ayer, cocinando para la semana, repasaba en mi mente lo que tenía en la heladera, lo que había en la despensa y un poco lo que me provocaba comer. Igual, hice la preparada base de pollo con verduras, pero no le agregué la remolacha. La cociné aparte y decidí, recordando al Borsch, hacer la salsa de la pasta, un poco casera y por “ensayo y error”

"Cociné medio kilo de remolachas peladas y cortadas en discos hasta ablandar. Luego saqué las remolachas y en esa agua cociné un medio kilo de pasta corta. Creo que hasta le agregué medio cubito de sopa. Al ablandar se obtiene una pasta colorada que espera la salsa.

Coloqué la remolacha en la licuadora con una taza de leche completa, un poco de sal, pimienta, hierbas francesas, como media cucharadita. Al licuarse se espesa y al mezclarse con la pasta obtiene una maravilloso color morado que deja entrever el color original de la pasta. Tenía aceitunas sin hueso y se las coloqué de adorno.

El resultado es maravilloso, es una pasta dulce, caliente, que recuerda a veces a un postre. Es por eso que decimos que la remolacha es dulce; aquí se sabe. Si Usted decide hacerla, puede agregarle un sofrito a la pasta de cebollitas, perejil y un toque de pimentón. La cebolla que también es dulce hace buena mezcla con la pasta roja. Una vez que no tenía tomate, hice la salsa de carne con la misma receta, solo que de la licuadora, va a una olla a fuego medio, con la carne molida. Queda perfecta también."


El nombre que le puse a la receta recuerda que usé remolacha para hacer la famosa torta roja de NY, "Red Velvet" y en vez de azúcar, que no tenía. Pero en este caso, la remolacha morada con la harina y el horneado hace que pierda el color. No quedó “red velvet”. De los fallos también se aprende. De esta receta roja también. Traducido es mágico: “Pastel de terciopelo rojo”. Así mi pasta: “Pasta de terciopelo rojo” https://es.wikipedia.org/wiki/Pastel_de_terciopelo_rojo (Esta maravillosa receta de torta de terciopelo rojo esconde secretos, ya que parece ser magia,  el prepararla. Voy a seguir probando)

Alberto

Deberían leer sobre la remolacha también, Es interesante que la acelga sea la hoja
https://es.wikipedia.org/wiki/Beta_vulgaris 

6 de enero de 2017

Stollen venezolano

En casa nunca existió navidad o día de reyes que no hubiera el stollen alemán. Mi padre salía temprano siempre y regresaba con uno o con dos, dependiendo del día. La verdad es que nunca faltó. Yo me he encargado de promover los recuerdos y tradiciones familiares como parte del bienestar del sistema, ya que nos conecta con emociones positivas, con el amor en el hogar, con la confianza, con la "pegajosidad biológica" que menciona el sabio Humberto Maturana. (A mi entender la pegajosidad biológica es el aglutinante familiar)

Mi mamá que hacía de todo, no hacía este plato; y hasta hoy, me preguntaba la razón. Resulta que este año nuevo, en ausencia de una parte de la familia, me tocó preparar la cena de fin de año. Cuidé los detalles, la ensalada "re inventada" de gallina, las hallacas "re inventadas", el pan de jamón y el pernil de cochino. Mi sobrino que tiene frescas las costumbres por ser el menor, me preguntó:

-¿ y el stollen?

-Este año no encontré stollen (es verdad), pero el año pasado lo hice yo mismo. Lo hago para reyes, para los días de navidad o año nuevo, ¿te acuerdas?, respondí

Ya tengo la receta, pero decidí profundizar un poco en la historia no contada en casa. Resulta que el stollen es de Sajonia y de Dresde, justo de la tierra de origen de mi padre. El stollen lleva harina, mucha levadura, mantequilla y frutos de la temporada, en especial pasas y naranja confitada y mucha almendras. Son tan orgullosos de esta receta, que hasta tienen denominación de origen. Data de 1321 cuando le entregaron a un Obispo como regalo. Ha ido evolucionando, de hecho, antes era muy sencillo con levadura, harina, azúcar, aceite y sal. Se usaba como comidas de adviento; solo en 1491, el Papa les da permiso para incorporar la mantequilla. El nombre completo del plato es Christstollen, algo así como "enrollado de niño Cristo", que recuerda al niño Jesús envuelto en pañales en el pesebre, por lo que es muy importante colocarle azúcar glaseada por fuera.

Hay que ser alemán para hacer este plato...(Uhmm exacto, tengo tres cuartas partes de alemán). Creo que al menos por la sangre, podría indicar el procedimiento que hice, las dos veces que lo he realizado. La primera vez, habían muchos ingredientes disponibles en los mercados, esta vez, casi ninguno. Si el panadero de la esquina está de buenas, me vende un poquito de levadura.

Stollen es un plato muy extraño. No es una torta, no es un pan. No es dulce pero tampoco es salado. No es blando, ni es duro como galletas. Es un término medio perfecto, quizá de allí su verdadera magia. Al menos, alguna vez, amigo, amiga lectora, deberían probar alguno. En el exterior quizá se consiga y si están en Alemania, cómete uno en mi nombre y luego me cuentas, de seguro me va a recordar a mi padre Sajón. (aunque se sentía mas venezolano que la arepa)

Primero, para que sepa a almendras, que es una de las versiones, preparo el mazapán. Este exquisito plato dulce solo lleva tres ingredientes: almendras tostadas, azúcar glaseada y un aglomerante o aglutinante. Se tritura a polvo las almendras un poco tostadas y fileteadas blancas, en  una licuadora o trituradora especial. En la licuadora no llega a polvo. Igual, se rompen los aceites esenciales  internos y al agregarle el polvo de azúcar se vuelve una pasta. Las amigas libaneses que saben tanto de dulces, le agregan unos hilos de clara de huevos y amasan. Yo no me atrevo tanto a usar cosas crudas en postres, (aunque hay que perder el miedo. Igual uno come primero. En este caso como va al horno puedes usar la clara del huevo). Le pregunté a mi amiga Gudelia que es bioquímico y me dijo que algunos alcoholes tienen esa propiedad de aglutinar, así que probé con mi gotero y con ron venezolano, el mejor del mundo (dicen). También le agregué cinco gotas de esencia de almendras. El producto es increíble, pastoso, amable, dulce, sencillo, y por sobre todo que me recuerda la infancia. Es interesante que los olores y sabores tengan la propiedad de activar recuerdos intensos y llevarnos de vuelta a lugares donde fuimos felices cuando niños. Esa pasta se guarda.

Por otra parte, semanas antes, coloco en un frasco, pasas o pasitas negras o de corinto y naranjas confitadas a macerar con ron. También busco almendras (si me quedaron) y nueces picadas, pocas. Se reserva todo.

La masa lo es todo. Los panaderos lo saben. Hay que hacer el leudado antes. Una taza de harina, algo de azúcar, leche tibia y levadura, como dos cucharadas soperas. Se revuelve muy poco y se deja leudar. Esta masa, una vez leudada, se agrega a la harina, la leche, los huevos, la mantequilla por supuesto, y se amasa bien, y se golpea con el puño para que se unifique y salgan los vapores de la fermentación. Es una masa pesada muy compacta. Yo, por mis galletas de jengibre (que me perdonen los expertos), me voy a los recuerdos y que en proporción sería como dos cucharadas de canela, una de jengibre y media de clavos de olor. Los tres. Van en la masa. Se deja leudar y que duplique tamaño. Esta receta lleva además nuez moscada, como media cucharadita.

A la hora o dos, amasamos  y colocamos una capa encima de el mazapán, y encima las pasitas de corinto o similar, y los frutos secos. Se enrolla y se pinta con yema de huevo con azúcar glaseada o mantequilla derretida con un poquito de dulce. Al estar dorado y seco por dentro se deja enfriar y se coloca la capa de azúcar impalpable que lo cubra todo.
He hecho mi mejor esfuerzo en esta receta de la cual no tengo la experiencia visual de hacerla, solo la de costumbre y de sabores. Igual, les agrego la que me parece mas adecuada y la fuente. Buen provecho y me cuentas si la haces.



La masa:
(Aconsejo leer primero como se hace pan y su leudado previo, es muy interesante)
dos o tres tazas de harina
2 cucharadas de levadura
100g de azúcar
1 pizca de sal
leche tibia, poca, dos a tres cucharadas
150 g de manteca o mantequilla, a temperatura ambiente
3 huevos
Las especias, canela, clavos, jengibre y esta lleva también además media cucharita de nuez moscada
Mazapán
dos tazas almendras molidas
una taza de azúcar glaseada
cinco gotas de ron
cinco gotas de esencia de almendras
Relleno:
pasas de uva corinto maceradas con las frutas
fruta abrillantada picada de naranja mejor
Acabados:
mantequilla o la yema de un huevo derretida para pintar
azúcar impalpable hasta cubrir el pan


El día después de año nuevo, preparé el stollen y le pregunté a mi sobrino a que le sabía, y me dijo

-Parece stollen.
-¿te recuerda a mi papá?
-! no.!

Igual, creo que es una buena aproximación. Es como siempre, parte de lo que tengo y parte de lo que se.
Hay que ser alemán...pues


Fuentes referenciales:
  • Wikipedia (2017) La historia del stollen https://es.wikipedia.org/wiki/Christstollen  
  • Noticias 24. Fuente de la imagen que presento. Disponible con receta y todo en http://www.noticias24.com/gastronomia/noticia/5936/pan-de-navidad-aleman-o-christmas-stolen-bread-receta/ 

22 de diciembre de 2016

el poder de la palabra en Navidad

Deseo de navidad 2016


Uno de los estudios más importantes e impactantes que he realizado en mi vida, sin lugar a dudas, ha sido la “Ontología del Lenguaje”. Se trata de la capacidad que tiene la palabra y el lenguaje sobre nuestras acciones para transformarnos, y de allí, poder ayudar a otros ya sea desde el coaching o desde la promoción del bienestar. Ayudar, se convierte en un ciclo virtuoso que nos acerca a la expansión de nuestro ser, del bienestar y de la plenitud.


Ahora pienso mucho, antes de hablar, pues conozco el poder que tienen las palabra, ya sea a través de una afirmación, una declaración, un juicio o una promesa. Es más, a veces, sé que tengo solo tres o cuatro segundos para decir las palabras correctas en un abrazo, o en un saludo, y debo escoger las cuatro o cinco palabras juntas que puedan hacer que nazca el perdón, poder agradecer, poder afirmar o hacer un juicio responsable.


También he aprendido a escuchar y el poder del silencio. Creo que es de lo más difícil que hay, pues en ese proceso de escucha, tenemos que despojarnos de nuestros apuros y darle un descansito al ego. Desde la conciencia plena, y la presencia centrada en el otro, es que he aprendido a escuchar, a conmoverme, a compadecer al otro, a colocarme en su puesto y comprender lo que siente. Ayudar a otros, es el más maravilloso ejercicio de bienestar que podamos experimentar, ya que nos ubica, nos apacigua, nos centra, y nos hace mucho más solidarios con la realidad del entorno, y aunque no lo creamos, lo hace con nosotros mismos, en el respeto y el amor propio.


No siempre tenemos el poder de cambiar las cosas. Pero cuando ese juicio aparece, pienso en aquella película del mayordomo afro descendiente que llegó a ser confidente de ocho presidentes de los Estados Unidos. Es una película de Lee Daniels protagonizada por Forest Whitaker, quien hace el papel del criado. En sus diálogos seguro, ambos se dieron cuenta de su propio ser, de sus posibilidades y de su “darse cuenta”, sobre todo en la época de la segregación de colores de la piel. Años después, un candidato afrodescendiente, llegó a ser presidente de los Estados Unidos de América.


Para ser consistente con lo que he narrado, trataré de escoger las pocas palabras que le puedan dar sentido a las fiestas, a lo que siento, y a lo que quisiera mostrarte que ayuda a darte cuenta,


“Abrazar a otro desde el corazón, no solo nos acerca al otro desde el reconocimiento como persona, sino que expande nuestras capacidades de amar y ser amado, la más poderosa fortaleza que tenemos. Aprovecha el abrazo en navidad, y desea desde tu corazón, ser mejor persona cada día, deseándole al otro lo mismo… y hazte cargo de eso.”


Alberto Lindner


PD: Imagen gratuita de google imágenes

17 de diciembre de 2016

Mantequilla de zanahoria

Hace meses que no se consigue margarina, y muy poco mantequilla. Si se consigue es muy costosa, como para gastarla en una merienda. Resulta que me regalaron un kilo de harina de maíz, que en mi país se le llama harina PAN. (es la marca). Es harina pre cocida que luego de ser amasada con un poco de agua, adquiere una consistencia suave, manejable, amoldable. Las arepas de harina de maíz se cocinan en una plancha caliente, dándole la forma de circulo y como de dos centímetros de espesor. Se le forma una capita crujiente, dorada, que conserva lo húmedo y blando en el interior.

Para los venezolanos no hay mayor placer en el mundo que comernos una arepa recién horneada, sacando un poquito la masa interior y colocándole una pasada de margarina o mantequilla, antes de colocar el relleno que puede ser de carne, queso, garbanzos, frijoles o cualquier cosa. Lo importante es que algo se vaya derritiendo en la arepa, que hace que cuando la muerdas se conjugue con los sabores y olores, y que tengas que usar una servilleta para que lo derretido no te caiga en la ropa... pero no hay margarina.

En internet he visto muchas veces, preparar la mantequilla de zanahoria y se ve que queda espesa como la mantequilla.

-¿uhmm no debe ser verdad-, pensé varias veces. pero esta vez tenia la harina de maíz y decidí probar.

Les cuento que es interesante, que se derrite, que es sabrosa, y que no sabe tanto a zanahoria. Vi la película un par de veces y decidí probar mi propia fórmula.


  • Dos tazas de zanahorias en cubitos, cocinadas en agua hasta ablandar
  • Un chorrito de aceite
  • Queso blanco criollo salado, 200 gramos
  • Pizca de sal
  • Una taza de leche completa
  • Dos cucharadas de crema de leche
  • Sofrito de cebolla y un diente de ajo, dos cucharadas
  • Un ají dulce criollo venezolano, hace la magia en el sofrito (Cada país tiene su aji mágico, así que pueden usar el que tengan)
Cuando la zanahoria está blanda y se ha enfriado se coloca todo en un procesador. Realmente queda como mantequilla. Vale la pena probar.Puedes ajustar el espesor con galleta de soda o pan rallado. La arepa lo agradece...

Alberto

30 de noviembre de 2016

Cuando el comino importa...

Si, me importa un comino…
Imán, es una mujer hermosa, producto de la mezcla de muchas creencias, razas y religiones. Imán significa “Fe” en árabe, y ella lo sabe. Por lo multicultural de su origen ella mantiene una relación estrecha con Dios. Su mamá es Peruana, del Cuzco, que se casó con un Libanés, que es además Chef. Su abuela materna es griega que se casó con un peruano, pero Imán nació en Venezuela y se siente venezolana.

De su padre, su madre y su abuela aprendió a cocinar. Del Perú, conoce las maravillas del ceviche, de la causa limeña, de la salsa huancaína y las maravillas que se puede hacer con un toque de ají panca o el ajì dulce; de Grecia aprendió a usar algunas especias, al igual que del Líbano, así como la preparación de su plato favorito: el pimentón agridulce. De Venezuela aprendió a mezclar, ya que la principal característica de Venezuela es el mestizaje.

Un día su Padre Chef, preparó en su casa una crema para untar que dijo se llamaba “Flefla”, también en otras versiones conocido como Muhammara. (La flefla es cruda, la otra no). Se trata del uso del pimentón y del comino. Tanto los griegos como los libaneses están muy orgullosos de su plato típico pero Imán sabe que el pimentón o pimiento es una hortaliza que es un aporte de América a la gastronomía universal; y así se conoce el “Chile” en México, el Panca en el Cuzco, el Pimentón en Venezuela. Caso contrario es el comino que es una especia oriunda de toda la costa mediterránea. Con la llegada de los españoles al nuevo mundo, era de esperar, que tanto condimentos como verduras y hortalizas, cruzaran los océanos.

La frase “me importa un comino” (y a veces un rábano o un pepino), se ha usado para decir que algo no le importa por no tener mucha importancia. Dicen los estudiosos, que el comino es una especia muy menuda, y que tuvo poco valor hace mucho tiempo. Los mojitos canarios de España lo usan y son famosos por el. Imán sabía que para una verdura, u hortaliza debe existir una especia. Ya lo había heredado de su padre, y usaba para los lácteos, la nuez moscada, para el cordero, la menta, para el pavo, el estragón,para algunas galletas la canela mezclada con clavos de olor con jengibre, y pare de contar.

-Hasta el café tiene su especia, pensaba siempre. No lo usaba mucho porque dicen que es afrodisíaco.

-¿Papá qué vas a preparar?
-Voy a hacer flefla.

La flefla es una salsa de pimiento rojo que lleva comino. Una maravillosa especia, que la joven Imán que no ha usado mucho. Vio a su padre limpiar dos pimientos rojos y licuarlos con un manojo de nueces, un chorrito de aceite, un ajo, una cucharadita de comino, una pizca de sal y un toque de azúcar, y por sel libanés, el jugo de medio limón grande o uno completo si es pequeño. Al terminar, ajustó la consistencia con pan rallado.

-Yo, como me encanta el mestizaje o como lo llaman los chefs, la “fusión”, voy a hacer mi fusión, dijo

-!Pero bueno Imán...!, ya vas a empezar. La cocina se trata del respeto por las raíces culturales, por los sabores, por los ingredientes. Si lo vas a cambiar, le cambias el nombre.

-Como no lo voy a cambiar, si a veces hay una cosa, y a veces hay otra, una tiene que inventar para no pararse. (Muy sabia reflexión de Imán)

Con sus raíces griegas de su abuela, decidió no usar el pimiento crudo. Fue al mercado y consiguió dos pimentones (pimiento) rojos como la sangre, limpios, pulcros y brillantes. En casa los lavo bien, los abrió, le quitó las venas agrias, las semillas y las cortó en tiritas como haría su abuela. Prendió la cocina a fuego medio, colocó el cazo, media taza de aceite de oliva y colocó los pimientos, le agregó el azúcar, la sal, el comino y dejó que botaran y se mezclaran los jugos. Al empezar a espesar bajó la llama, agregó el jugo de un limón y tapo la olla por 10 minutos.

-Vamos a ver cómo va, dijo al término del tiempo fijado. Destapó la olla y estaba espesa, producto de los colorantes rojos propios de la hortaliza roja, con un aroma ácido del limón y lo característico del comino. A ella si le importaba el comino, porque era una especia que no había usado tanto. Lo probó. No tenía el vinagre que usa su abuela, pero el limón había hecho su trabajo. Estaba estupendo.

-Ahora está listo, ya cociné un limón, dos pimientos rojos, una cucharadita de comino, una cucharadita de sal, una pizca de azúcar. Ahora a la licuadora. Claro Imán esperó que enfriara lo suficiente.

En la licuadora agregó los pimientos, un diente de ajo (o dos), el puñado de nueces y se atrevió a colocar un puñado también de almendras tostadas. Al licuar, se rompen los aceites de los frutos secos y se espesa un poco mas.  Como es venezolana, Imán decidió usar para espesar y ajustar la mezcla, casabe molido en vez de pan rallado. El casabe venezolano es oriundo de sur América; se hace de yuca amarga, cuyo líquido interior es venenoso, pero los nativos saben extraer el veneno y podemos comer casabe con toda confianza.

Al final, obtuvo lo que quería; fusionar sus raíces.

-Papi, quiero que pruebes este invento…, le dijo a su padre chef

-Uhmm, excelente. Tiene comino, pimientos, nueces, limón. ¿Cómo lo hiciste?, se parece a la Flefla, no?

-Si claro. Me importa una tonelada de comino que te guste el invento. (El comino si importa).

Alberto

PD. Cuando preparó los pimentones, Imán en su raiz cuzqueña, le agregó medio ají panca peruano, picado finito, para darle un picor.
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Fuente de la imagen:

Receta cortesía de mi amiga Hened