22 de noviembre de 2016

con "concha y todo"

En consultoría, cuando hablamos de la envidia, usamos el cuento del joven que no quería compartir unos cambures maduros que tenía (bananas), y comenzó por comerse todas las cáscaras, para luego tener que compartir (aunque no quería), lo supuestamente mejor de la fruta, que es la pulpa. Ahora bien, como siempre, esto podría ser un "juicio" apresurado que hacemos de él, sin saber las causas por las cuales se comió las cáscaras. Por ejemplo:


¿Le gustaban mas?
¿Conocía el sabor de la cáscara del plátano o cambur?
¿Conocía los atributos de la fruta?
¿Lo hacía realmente por no compartir?

El caso es que pensando en las razones del joven para comerse las cáscaras, es que investigué un poco. Resulta que existe un universo de razones para comerse la cáscara de algunas frutas, como el caso de la banana o cambur, la naranja, la pera o la manzana. En el caso del cambur, las páginas de internet que consulté, hablan de los siguientes atributos:

  • mejora el tránsito intestinal por el contenido de fibra
  • ayuda a reducir el colesterol malo en sangre
  • ayuda a estabilizar la presión arterial
  • contiene triptófano, un aminoácido que promueve la producción de la serotonina que contribuye en la función de las neuronas y de alguna forma, ayuda a mejorar el humor
Pues nada, sabiendo esto, necesitaba hacer una prueba. Usualmente comemos lo que comen todos y no comemos lo que los demás no comen. En Venezuela tenemos un plato típico llamado la hallaca, que es un envuelto en hoja de plátano de una masa de maíz rellena con tres tipos de carnes y conjuga lo dulce, lo amargo, lo salado y lo ácido. Se cocina a fuego medio en una olla y deja al final un agua de color verdoso viejo, casi marrón, pero que a nadie se le ocurre probar. De hecho, la gente pone cara de asco cuando le mencionas si lo quiere probar. Pues yo si lo he probado y es amargo, como la hoja del plátano, pero sabe a lo que cocinó. No es como para inventar una sopa con eso, pero hay que saber.

Hoy cociné mi "concha y todo" y quedo rico, esponjoso y gustoso.

  • en la licuadora coloque dos huevos enteros sin la cascara
  • media taza de azúcar o de papelón rallado
  • un puñado de fruto seco, mejor la nuez
  • media taza de aceite
  • media taza de agua
  • tres cucharadas de leche en polvo o dos cucharadas de crema de leche
  • cinco gotas de esencia de almendras
  • una cucharada de harina de arroz
  • un cambur con "concha y todo". Le quité las dos puntas y lo lavé bien, antes de licuar. Se agrega con la cáscara (en Venezuela llamamos concha a la cáscara, pero no es buena palabra en toda América)
  • pizca de sal
  • Luego fuera de la licuadora, en un cazo, le agrego dos tazas de harina leudante cernida poco a poco, batida con paleta de madera en envase de vidrio.
Se cocina como ponquecitos por 20 minutos a 380 grados. Queda color marrón, como el color de la banana cuando se oxida con el aire, pero se broncea bien con un minuto en broil. La consistencia antes de hornear, es de masa de ponqué, un poco que forme pliegos cuando levantas la paleta.


Alberto

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Referencias:

http://www.natursan.net/los-beneficios-de-la-cascara-del-platano-o-banana/

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